Barroco.
Terciopelo, brocados,
piedras, perlas, dorados…
Si bajamos la intensidad, la
extravagancia y lo desmesurado que vemos en las pasarelas (adjetivos, por otra
parte, que definen la esencia de lo barroco) es una tendencia que me gusta por su fantasía y su romanticismo. En fin, una oportunidad de dar un toque de exceso y lujo a nuestra vida en una época de taaanta austeridad. Porque el barroco es... como una joya falsa.
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